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Raúl Proa cruzó la meta final y se puso en las manos de Dios

 

Aguascalientes, Mx.

Viernes 12 de marzo 2022


Por: Daniel Rodríguez


Con
melodías como “Amor Eterno”, “El Mariachi Loco” y “El Chivo” que tanto gustaba
a Raúl Proa, con Mariachis, fue como familiares y Amigos despidieron el día de
ayer a Proa, como ampliamente le conocían en el medio atlético de
Aguascalientes, especialmente por quienes participaban en la carreras
pedestres, mediante las que el buen amigo fue bastante conocido por la gente de
todos los sectores sociales que tuvieron el gusto de ver la gran entrega que
ponía el atleta en las competencias de las que prácticamente  no se perdía ninguna, incluso la del “Maratón
Guadalupano”, que formaba parte especial en su programa de competencias, la
última el pasado 12 de diciembre del 2021.


Enseguida
que los asistentes ofrecieron sus oraciones con el rezo del Santo Rosario,
pidiendo al Creador por el Alma de Raúl, que finalizaron con cantos religiosos;
hasta el interior de Funerales Hernández, llegó el grupo de mariachis, cantando
a voz en cuello, que en partes fue secundada por las voces de las hermanas y
familiares de Raúl, haciendo que de las lágrimas pasaron a recordar los
momentos de alegría que compartieron en múltiples ocasiones con el querido
hermano.


Enseguida la
celebración de la Santa Misa oficiada por el Padre José Hernández Soto, quien
dijo conocer a Raúl desde que fue Señor Cura en el templo del Señor de la
Salud, a donde acudía a participar el amigo Proa en la carrera de cada año con
motivo de las festividades de la iglesia, destacando la tenacidad y esfuerzo de
Raúl y en cada carrera el gran ejemplo de lucha por la vida. El Padre José y
asistentes a la celebración de la Sagrada Eucaristía, elevaron sus oraciones a
Dios pidiendo por el Ama de Raúl y su eterno descaso.


En el
último adiós acudieron sus hermanas y hermanos: Juanita, Arturo, Lety, Armando,
Licha, Adriana, Sergio y Rocío; cuñados y cuñadas. Sobrinos y sobrinas, así
como sobrinos nietos y sobrinas nietas.


De sus
compañeros de deporte, Alfonso Villalpando Esquivel quien conservó gran amistad
por décadas, en sus últimos años le apoyó en todo momento; Alfredo Delgado
López, su amada esposa, su hija Arleth, también notable atleta, y sus hijos.
Así como otros muy estimados atletas, con motivo de despedida al gran
apasionado del deporte del atletismo, quien de joven practicó el levantamiento
de pesas en el gimnasio que su papá, Don Lupe, les puso a sus trabajadores en
la Alfarería de por en Avenida Fundición y calle del Carmen, Raúl además
practicó el beisbol en el equipo “Alfarería Proa” que patrocinaba Don Lupe. A
él, Raúl, los asistentes al último adiós le despidieron pidiendo que “Raúl en
paz descanse en el reino de Dios”.

 

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