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por
Ags Sports
Aguascalientes, Mx.
Jueves 4 de marzo 2021
Para Carlos Sepúlveda el último trimestre del año
pasado fue uno particularmente difícil de manejar.
La pandemia de COVID-19 había generado una dinámica
complicada para jugar beisbol y su abuelo, Rogelio Salazar de la Paz, había
fallecido.
Mexicana del Pacífico en 2020 y alejado de distracciones fuera del terreno, el
titular de la segunda base de los Yaquis de Obregón se concentró solo en el
diamante: en sus líneas de cal, el gramado y la magia que se podía crear ahí.
de Oro de su carrera en México.
Sepúlveda cometió solo un error en 434.0 innings para
merecer la distinción como el mejor camarero defensivo de la LMP de la pasada
temporada, obteniendo con ello una ofrenda perfecta para aquellos que, según
él, hicieron esto posible.
“Este premio tengo que dedicárselo primero a Dios pues es él
que obra para bien en todos los aspectos. Segundo, a mi abuelo que falleció en
noviembre. Éramos muy apegados y siempre confió en mí. Y en tercer lugar a mi
madre y al resto de mi familia”, expresó Sepúlveda.
El camino que lo llevó acá no fue sencillo. Como buena parte
de los camareros profesionales, Sepúlveda no fue firmado como segunda base. Su
posición como infantil era el campocorto pero, al observar a sus pares en la
academia Alfredo Harp Helú, el coahuilense recuerda haber entendido el porqué
de su cambio de posición.
“Había gente que tenía más brazo que yo y eran más altos así
que entendí que podía encajar mejor en la segunda base. Ahí decidí enfocarme en
esa posición; me ponía a ver jugadores y los movimientos que hacían tratando de
perfeccionar lo que yo podía hacer como segunda base. Afortunadamente y gracias
Dios, las cosas han salido bien desde entonces”, contó Sepúlveda.
En la televisión Dustin Pedroia, Robinson Canó y Javier Báez
eran los maestros a emular. Específicamente Báez fue un modelo a seguir que
tuvo realmente cerca al estar en las menores de los Cachorros de Chicago desde
2015 hasta 2019. Pero en la vida real, en el diamante forjador de sueños,
Sepúlveda tiene dos grandes nombres a quienes agradecer su formación como
camarero: José Luis “El Borrego” Sandoval y Osmin Melendez.
“A ‘El Borrego’ le tomé muchos consejos cuando fue mi
instructor de infield. Obviamente él fue campocorto, pero me enseñó mucho en
cuanto movimientos y juego de piernas, cómo leer los batazos. Eso se me quedó
grabado. Ya firmado con los Cachorros de Chicago, el venezolano Osmín Melendez
fue uno de esos coaches con los que me gustó mucho trabajar y aprender. Ha
habido muchos coaches que me han ayudado en mi carrera, pero ellos dos son mis
más grandes maestros de la defensa”, contó el infielder.
Bate evolucionado
Además de lo que hizo con el guante, Sepúlveda brilló con
luz propia por lo realizado con el bate en la LMP. En 239 turnos el zurdo bateó
para .305 de AVG y .848 de OPS quedando de segundo en carreras anotadas de la
liga (40) y de cuarto en bases robadas (12) y porcentaje de embasado (.410). Semejante
despliegue ofensivo fue, por lejos, el mejor que haya tenido en alguna campaña
profesional en su carrera.
Con ello en mente, y buscando mejorar aún más esos números,
Sepúlveda se declara listo para incorporarse a Diablos Rojos del México en 2021
y debutar finalmente con la franela escarlata en la Liga Mexicana de Beisbol
Profesional.
“Estoy realmente emocionado por esta oportunidad. Ya cuando
estábamos en la pretemporada el año pasado sentía esto y por ello fue tan
triste cuando se canceló por la pandemia. Pero ahora estamos listos de nuevo,
preparándonos para finalmente llevar los colores de Diablos Rojos y buscar la
corona de campeón para la fanaticada”, finalizó el infielder.